Valoración: ★ ★ ★ ★ ★★
El solo nombre de esta ciudad ya evoca un ambiente mágico e inolvidable. Aseguran quienes la han visitado que un paseo por Brujas es un viaje al pasado, un cuento de hadas hecho realidad y tan solo está a una hora en tren de Bruselas. Las vistas de sus canales, sus edificios históricos, su aire romántico, dejan huella en la memoria del turista. El casco histórico de Brujas fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
Hace 800 años, Brujas era la primera gran capital del Condado de Flandes y una de las principales ciudades comerciales de Europa. Actualmente, dentro de las murallas de la ciudad se puede contemplar una enorme cantidad de monumentos y tesoros artísticos. Las murallas, torres y puertas de acceso a la ciudad medieval se conservan prácticamente intactas.
Desde hace algunos años el tráfico de vehículos se regula en favor de los peatones. Por eso, la forma más adecuada de visitar Brujas es a pie para poder disfrutar pausadamente de todos sus encantos. Aunque también se puede optar por un paseo en barco recorriendo sus canales medievales.
El corazón de Brujas se encuentra en el Grote Markt o Plaza Mayor, circundada por espléndidas fachadas como las del Palacio Provincial, el salón de los tejidos o De Lakenhalle y el imponente monumento conocido como Atalaya, símbolo de la libertad y de la autonomía de Brujas. En la Basílica de la Santa Sangre, del siglo XII, situada en el fortín (Burg), se guarda la reliquia de la Santa Sangre de Jesucristo. La Catedral de San Salvador, por su parte, es la iglesia parroquial más antigua de Brujas. La Iglesia de Nuestra Señora tiene la torre de ladrillo más alta de la ciudad.
Brujas también tiene un aspecto actual y dinámico: en 2002 fue Capital Cultural Europea, lo que sirvió para revitalizar la ciudad y poner en marcha una serie de proyectos de la máxima actualidad, como su nuevo Auditorio o Concertgebouw, una impresionante sala de conciertos, con un variado programa de actuaciones y conciertos.
La ciudad cuenta con un nutrido calendario de acontecimientos culturales. Uno de los más llamativos es la Procesión de la Santa Sangre, al final de la primavera. También valen la pena las Fiestas de los Canales o Reiefeesten, que se celebran cada tres años y rememoran la época medieval en Brujas. Durante el famoso Cactus Festival, que tiene lugar en el romántico parque Minnewater, se pueden escuchar conciertos de blues, reggae y música étnica.
Una alternativa a las rutas más frecuentadas se encuentra en las afueras de Brujas, donde hay tranquilos senderos, verdes prados y coloridos paisajes. Un lugar especial es la pequeña localidad de Damme, a sólo 30 minutos en barco por uno de los canales más bellos de Flandes.
Otros lugares de interés:
Se recomienda visitar el centro y la Escuela de Encaje, donde se puede aprender a hacer encaje de bolillos y visitar el museo. Otra de las visitas imprescindibles en Brujas es su apacible Beaterio, una reminiscencia de la Edad Media en pleno corazón de la ciudad.
El Friet Museum o el Museo de la Papa Frita, cuyo slogan es «van patat tot friet», es decir, «de papa a frita» se define como único en el mundo, ya que solo este museo muestra la historia de la papa y de la papa frita. El museo está instalado en un impresionante edificio del S. XIV, y alberga más de 400 objetos antiguos utilizados en la manipulación de las papas. Se interesa también por el origen de la papa frita y la presencia de este manjar en el arte. Tras la visita se pueden degustar las frietjes en la bodega medieval.
Ubicación: