China
China –cuyo nombre oficial es República Popular China–, ubicado en Asia Oriental, es el tercer país más extenso del planeta y el de mayor población, con más de 1400 millones de habitantes.
Las temperaturas en este país muestran una pronunciada diferencia entre el invierno y el verano. En este amplio territorio, se pueden distinguir tres grandes regiones: la zona monzónica del este, en el que hay un clima húmedo; la zona seca del noroeste, donde el clima es seco; y la zona del sur, donde el clima es frío.
Es el tercer país más biodiverso de la Tierra, ya que cuenta con gran cantidad de especies de anfibios, aves, mamíferos, reptiles y plantas vasculares. Una de sus especies endémicas más conocidas, y queridas, es el oso panda.
La civilización china es una de las más antiguas del mundo. Durante milenios su sistema político se basó en monarquías hereditarias, conocidas como dinastías. Cada una de estas dinastías dejó un legado cultural y arquitectónico impresionante. Además, el país cuenta con escenarios naturales espectaculares. Estas características hacen de China un destino turístico por excelencia, el tercero más visitado del mundo.
Montañas de Zhangjiajie
Esta cadena montañosa forma parte del Parque Nacional del mismo nombre, ubicado en la región de Hunan. Constituida por grandes formaciones rocosas -que van desde los 100 hasta los 1080 metros de altura- parece que flotan en el valle, aun en medio de la neblina.
La UNESCO declaró este parque Patrimonio de la Humanidad en el año 1992. El área en la que están ubicadas las montañas cuenta con más de 4.500 hectáreas, divididas en cuatro zonas diferentes, siendo Yuanjiajie la más turística, por recibir mayor número de visitas.
También destaca de este parque su gran biodiversidad, ya que acoge más de 700 especies vegetales, algunas de ellas endémicas.
Como dato curioso, estas montañas adquirieron mayor fama luego del estreno de la película Avatar, de James Cameron, en el año 2009, ya que fueron la fuente de inspiración para crear el mundo de Pandora por el director.
Terrazas de arroz de Longshen
Con más de 700 años de historia, estas terrazas están ubicadas en el pueblo de Longji y aún se utilizan para cultivar arroz de calidad superior. Con sus cosechas se producen té, chili, vino acuoso y arroz pegajoso, las cuatro especialidades de la zona.
La construcción de estas terrazas -grandes escalones en las laderas de las montañas- comenzó durante el período de la dinastía Yuan y finalizó a principios de la dinastía Qing. Este tipo de construcciones permiten aprovechar al máximo las tierras cultivables, cuando son escasas, y los recursos hídricos de la región.
La zona de los cultivos abarca más de 10 kilómetros cuadrados. La mayor altitud es de 880 metros y la menor es de 380 metros, con una diferencia de elevación vertical entre ellas de 500 metros.
La belleza del lugar radica en las figuras que forman las plantaciones: las terrazas lucen como cintas o cadenas que se extienden desde el pie de la montaña hasta su cima. Las pequeñas colinas parecen caracoles, mientras que las colinas más grandes parecen pagodas. Es un lugar perfecto para los aficionados a documentar hermosos paisajes a través de la fotografía.
Gran Buda de Leshan
Esta impresionante escultura -el mayor Buda tallado en piedra jamás construido-, ubicada en la provincia de Sichuan, es considerada uno de los monumentos religiosos más impresionantes en todo el continente asiático y el mundo.
Construida durante el siglo VIII d. C., en el año 713, durante la dinastía Tang, cuenta la historia que el monje budista Hai Tong decidió esculpirla en el lecho donde se unen los ríos Minjiang, Dadu y Qingy, con el objetivo de expulsar a los malos espíritus que allí habitaban y, así, calmar las corrientes de las aguas.
Se calcula que toda la construcción duró, aproximadamente, 70 años y que miles de trabajadores participaron en ella. En esta obra de ingeniería -con 73 metros de altura- destaca el sistema de drenado que tiene la figura. Cuenta con canalones que, aunque lucen como acabados decorativos, no permiten que el agua penetre en el interior de la talla. Gracias a estos drenajes, el Gran Buda de Leshan ha conseguido evitar el paso de los años y mantenerse en pie hasta el día de hoy.
Este inmenso monumento forma parte de la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO desde el año 1996.
Ejército de terracota
Los guerreros de terracota forman parte de uno de los mayores hallazgos arqueológicos de la historia. Descubierto cerca de Xi’an en 1974 y expuesto al público desde 1979, este ejército está compuesto por más de 8.000 soldados, una caballería de 150 animales, 130 carros tirados por otros 520 caballos y hasta 40.000 puntas de flecha, junto con docenas de espadas, lanzas, ballestas y otras armas de bronce.
El ejército de terracota fue enterrado en formación de batalla en tres fosos -de entre 4 y 8 metros de profundidad-, un kilómetro y medio al este de la tumba del emperador Qin Shi Huang, el autoproclamado primer emperador de China, perteneciente a la dinastía Qin. Enterrando estas estatuas se creía que el emperador seguiría teniendo tropas bajo su mando.
Las figuras miden 1,80 metros de altura. Cada una de ellas tiene rasgos y características que las hacen diferentes entre ellas, como bigotes, barbas y rasgos que demuestran la edad. Las cabezas y las manos se moldeaban aparte y luego se añadían a los cuerpos. Los uniformes reflejan también los rangos militares a los que pertenecen. Cada soldado llevaba un arma: arcos, lanzas, espadas, etc. Las figuras se esmaltaban y se pintaban con pigmentos de distintos colores, hoy casi desaparecidos, para conseguir un acabado final de un sorprendente realismo.
El ejército de terracota fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Las excavaciones en este yacimiento se han prolongado durante décadas. En el año 2009 fue descubierto otro grupo de soldados, sin barba ni bigote, lo que indica que eran soldados jóvenes.
Gran Muralla China
La Gran Muralla China es una de las Siete Maravillas del Mundo y fue decretada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. El símbolo más representativo de este país -una sinuosa travesía a través de montañas, desiertos y llanuras- es considerado la mayor obra de ingeniería del planeta. Esta antigua fortificación fue construida con la finalidad de proteger la frontera norte del Imperio chino de los ataques de los pueblos nómadas de Mongolia y Manchuria. Se erigió entre el siglo V a. C. y el siglo XVI, durante el mandato de tres dinastías imperiales: las dinastías Qin, Han y Ming.
Se calcula que la muralla tiene una longitud de 21.200 kilómetros, aunque en la actualidad gran parte se encuentra en ruinas. Afortunadamente, algunos tramos han sido restaurados para mostrar su aspecto original. Sus muros miden, en promedio, entre 6 y 7 metros de alto por 4 a 5 metros de ancho.
La Gran Muralla China está dividida en cuatro secciones:
- Badaling. El primer tramo en abrir sus puertas al público en 1957. Es la zona turística más saturada de la muralla, ya que recibe millones de visitantes durante el año.
- Mutianyu. Aunque este tramo de la excursión no recibe un turismo masificado, cuenta entre sus atractivos con un entretenido tobogán por el que los visitantes pueden deslizarse montaña abajo después de visitar la muralla.
- Huanghua Cheng. Este tramo se encuentra entre las ruinas de la muralla, por lo que su recorrido resulta algo peligroso. No obstante, una parte se encuentra sumergida bajo las aguas de una represa, algo que los amantes del buceo aprovechan para descubrir la parte más misteriosa de esta construcción.
- Simatai y Jinshanling. Uno de los tramos más escarpados y complicados de recorrer, aunque sus espectaculares vistas son una recompensa más que justa. La subida se puede hacer en teleférico mientras que el descenso se puede realizar a través de una tirolina.
Si desea conocer estos y otros asombrosos lugares del “gigante asiático”, le invitamos a contactar un Agente de Viajes Viramundo, quien con gusto le atenderá.
Recuerde antes de confirmar su viaje consultar sobre los destinos abiertos, para conocer los lugares a los que puede viajar. Asimismo, ponerse al corriente de las actualizaciones sobre el COVID-19.